martes, 7 de julio de 2015

Los problemas de Grecia no son de ahora



Grecia es en estos días el centro de todas las miradas. Los últimos acontecimientos sucedidos en el país heleno han hecho que vuelva otra vez el pánico y la incertidumbre en el mantenimiento de la estabilidad económica europea. Se ha hablado mucho del papel de Syriza en la hecatombe griega, culpabilizándolos únicamente a ellos de este desastre. Pero la realidad se aleja del propósito de ciertos sectores de que cale en el ciudadano dicha idea.


Syriza ha sido un catalizador de las políticas que ya habían sido llevadas a cabo por los anteriores gobernantes de Nueva Democracia y PASOK. Y lo ha sido porque sus políticas son mas extremas que la de los anteriores partidos socialdemócratas. Así que el problema griego no es desde este año, o incluso desde el comienzo de la crisis, el problema lleva décadas enraizado en ese país.

Vamos entonces a observar algunos datos sobre Grecia:
















Grecia hasta el año 2008 había crecido de manera muy intensa con tasas de crecimiento en tiempos  pre-crisis por encima del 9%. Pero con el comienzo de la crisis económica la recesión fue igual o más intensa que el crecimiento económico previo, estando hoy en día en niveles de PIB del 2003, cuando España está en niveles del 2007. Desde 2008 hasta ahora ha disminuido su PIB un 26%, además  la tasa de crecimiento medio anual desde el 2000 hasta el 2015 ha sido en torno al 1.4% que es un crecimiento muy suave -por ejemplo para España es del 3.5%-  con lo que sus niveles de riqueza están divergiendo de la del resto de países europeos.




Pero el crecimiento que ha conseguido Grecia no ha estado fundamentado en aumentos de competitividad y de inversión productiva, sino sostenido mediante el endeudamiento. Y no es una cosa reciente, ya en 1995 tenía un 100% de deuda pública sobre PIB, cuando en la década de los 70 era del 20%, y ahora se sitúa en torno al 180% después de haberse producido una quita en 2012.

La deuda pública es el gran problema de Grecia porque destina muchos recursos al pago de esta y tras los últimos sucesos parece que se seguirá endeudando más. Y todo esto teniendo en cuenta que se financia en condiciones muy favorables con tipos medios de interés bajos y plazos de amortización dilatados.


Y algunas soluciones a esto son muy cuestionables. Se habla de realizar impago a los acreedores sin pensar por un instante en sus consecuencias. Syriza afirma que las deudas de los últimos años son ilegítimas, pero a la misma vez "pone la mano" para pedir mas financiación, algo totalmente contradictorio porque en el momento que pretendes realizar impagos, el "grifo" de financiación se cierra pues nadie presta dinero a quien te dice desde el principio que ese préstamo puede ser ilegítimo y odioso de manera discrecional.

También se aconseja el aumento de impuestos como si tratase de la panacea, cuando llevar a cabo dicha política solamente producirá una profundización de la crisis y la disminución de inversión.

Como muestran los siguientes gráficos los impuestos ya asfixian demasiado la economía y la sociedad griega

















La presión fiscal en Grecia se sitúa en cotas cercanas al 50% del PIB, cuando a comienzos de la crisis se situaba en el 40%. Este aumento de la presión fiscal es debido a una caída del PIB (-26%) más fuerte que la caída de la recaudación impositiva (-13%). Es por ello que intentar recaudar más aumentando impuestos no producirá el efecto deseado, es más, si atendemos a la curva de Laffer lo más seguro es que decrezca aún más.

Pero para ver como los ciudadanos soportan de su renta el pago de impuestos,veremos el siguiente gráfico sobre el esfuerzo fiscal griego comparado con el español.



















Este gráfico si nos muestra cual es el esfuerzo fiscal que realizan los griegos, observando que se situa por encima del esfuerzo fiscal que soportamos en España - hay que tener en cuenta que en España se realiza un esfuerzo fiscal muy alto, por encima de Finlandia incluso-.  No tiene entonces sentido aumentar los impuestos a una sociedad que no puede soportar más y donde la prioridad es renovar su economía y reestructurar su Estado sobredimensionado.


Deben fomentar el aumento de inversión productiva mediante la bajada generalizada de impuestos que consiga atraer inversión directa extranjera y que genere aumentos de ahorro privado. Es este uno de los grandes problemas que debe atajar. Grecia es un país que no es atractivo para invertir por sus fuertes barreras y obstáculos a la inversión. Según el ranking de libertad económica, Grecia se sitúa en el puesto 130 de 178.


 Es una irresponsabilidad por parte del gobierno heleno tomar decisiones populistas y alejadas de la realidad que perjudican a su población. Hablan de la defensa de la soberanía mediante la realización de un Referéndum en la que los ciudadanos se han declinado por el NO, ¿pero porque no defendieron la soberanía de la población con un Referéndum para preguntar si el gobierno debe o no gasta mas?. Grecia necesita alejarse de las políticas impuestas desde hace más de 30 años y disminuir su Estado, aumentar la libertad y generar un clima de estabilidad y confianza.

martes, 9 de junio de 2015

Políticas proteccionistas, TESLA la nueva víctima






Me sorprende la nueva ocurrencia que ha tenido el Ministerio de Industria con la que pretende gravar el autoconsumo de electricidad e impedir el autoalmacenamiento de energía.

Esto ha sido noticia porque Tesla, una compañía especializada en la fabricación de coches con
motores eléctricos, ha sacado al mercado una
batería eléctrica que permitiría fomentar en los hogares el autoconsumo eléctrico y con ello
reducir el coste que supone disponer de energía eléctrica, que en España este coste se encuentra entre los mas altos de Unión Europea. Así de este modo los hogares podrían realizar un mix-eléctrico con la electricidad obtenida de manera tradicional y con la energía que generaría el sistema de almacenamiento de TESLA.



La idea ha sido  imponer un gravamen a ese autoconsumo, para disuadir a los ciudadanos de realizar esta instalación y recurrir únicamente o de manera mayoritaria  a la energía eléctrica tradicional, energía que como muestra el gráfico siguiente, se ha encarecido especialmente para España desde 2006-2011, y aunque en este gráfico no aparezca, es de todos sabidos que este precio que paga el ciudadano no ha disminuido en los últimos años. Esto ha reducido la capacidad económica de los hogares en un momento de crisis económica.



Las políticas proteccionistas afectan al consumidor

El coste de mantener industrias que son menos productivas y competitivas que las nuevas industrias emergentes, supone un coste para el ciudadano que es quien soporta -normalmente con aumentos de impuestos- las políticas proteccionistas.

Es curioso como desde la Unión Europea se les llena la boca hablando de la estrategia 2020, para mejorar el medio ambiente y como en particular España llevaba a cabo una política de subvención para el fomento de las energías renovables, para después trasladar a los españoles esos costes o poner trabas a las instalaciones de autoconsumo. Y no podemos olvidarnos  del apoyo incondicional que hace nuestro país a industrias nada competitivas e improductivas como es el caso de la minería española cuyo coste -faltaría más- también es trasladado al ciudadano.

España no es liberal ni capitalista, es mercantilista

Es por ello que decir que España - o como se dice últimamente, Europa-  es liberal, es no tener conocimiento de lo que significa este término y que políticas representa. Se ha utilizado este término de forma peyorativa para atacar unas políticas que han llevado a cabo los partidos socialdemócratas y que se alejan del ideario liberal, incluso del ideario capitalista. Por que decir que España es un país capitalista con todas las letras, es faltar a la verdad. Lo que tenemos es el "capitalismo de amiguetes" que tanto gusta a la cleptocracia. Lo que se ha hecho en este país con la banca no es en absoluto capitalismo, tampoco lo es utilizar barreras proteccionistas para impedir la entrada de nuevos competidores al mercado, esto se llama mercantilismo.

Estas políticas impiden el desarrollo y la evolución hacia sistemas mas eficientes y sostenibles. No podemos decir que nuestro país es capitalista cuando no existe libertad de mercado y libertad individual, por ende, no podemos decir que  España sea liberal.

sábado, 23 de mayo de 2015

¿Votar o abstenerse?




Estamos en año electoral y con ello  da comienzo el constante aluvión de promesas políticas que pretenden ganar la confianza de los votantes, unos votantes que sufren de un alto grado de indignación. Estas promesas se convertirán en frases y eslóganes llevadas al olvido en el momento en que el gobernante elegido tome el poder.Yo en este sentido quiero hacer una defensa a la abstención del voto o al menos al voto responsable.


La abstención es la mejor opción para defender la libertad de las personas

Hablo de abstenerse por que nos encontramos en una situación política compleja y con numerosos partidos donde elegir. Entonces tendría sentido votar si nuestra información fuera completa y pudiéramos recopilar cada una de las propuestas y analizarlas minuciosamente, cosa que requiere un coste de oportunidad para aquellos que piensen que podrían destinar su tiempo a otros quehaceres. Puesto que votar supone elegir e imponer mis ideas hacia aquellos que piensan igual que yo -por lo que no supone costes-, pero también para aquellos que difieren de ese pensar- suponiendo costes-, es una irresponsabilidad hacerlo por criterios distintos a la obtención completa de información. Por ello la abstención supone no imponer nada sobre nadie, al ser difícil la obtención de información.


Ya hemos dicho que votar supone imponer - si gana ese voto- las ideas de uno contra las ideas de otros, por lo que no se puede justificar de manera racional la acción de votar. Por ejemplo supongamos que muchas personas que no son capaces de analizar las consecuencias  de instaurar determinadas políticas, se determinan a realizar su voto. El voto que han elegido respalda políticas que cercenan la libertad y/o pueden suponer estancamiento económico. Al finalizar el recuento resulta que sale victorioso el voto de esas personas, con lo que se impone unas políticas negativas hacia otros ciudadanos incluso para aquellos que la votaron - pues lo hicieron con ignorancia política- de esta manera el voto ha resultado un fiasco y una irresponsabilidad. Por ello no puede ser justo que la mayoría imponga a la minoría, pues ¿es de justicia que el 51% de los ganadores decidan sobre ellos mismo y sobre el otro 49% de la población perdedora?


Por otro lado, en el supuesto de que seas capaz de acumular esa información y tengas unos criterios claros, entonces si esta justificado el voto. Puede que tus ideas quieran imponer sobre la minoría, por lo que esta decisión si justifica tu voto. Pero para aquellos que defienden la libertad individual de las personas, el voto restringe la libertad de los que no decidieron lo mismo, por lo que la abstención supone la mejor opción.


La libertad se defiende mejor mediante la divulgación

También se puede pensar que la abstención nos conducirá a que solo aquellos que quieren intervenir la sociedad y la economía salgan siempre elegidos, por lo que la acción política es necesaria para una vez llegados al poder, tener la oportunidad de desmantelar el entramado estatal, pero esto también supondría imponer las ideas liberales hacia aquellos que no comparten estas ideas. Por ello en mi opinión la mejor forma de que las ideas liberales calen en la sociedad no es mediante la acción política - aunque puede se positivo- sino mediante la divulgación que consiga que el conjunto de la sociedad vaya poco a poco de manera voluntaria defendiendo las ideas liberales, es decir, como algunos lo definen, mediante la batalla de las ideas.

viernes, 1 de mayo de 2015

¿Pagamos pocos impuestos?


Para aquellos que pensamos que los impuestos son la herramienta por la cual el Estado de manera coactiva asfixia al ciudadano mediante el pago de parte de sus rentas al mantenimiento de este ente, los impuestos son cercenadores de la libertad y por ello se deben reducir al mínimo.

Es por ello que es necesario hacer un simple análisis que nos permita aclarar nuestra situación impositiva comparándola con dos países - Alemania y Finlandia- que son objeto de ejemplo por parte de aquellos que defienden en España la necesidad de subir los impuestos para mantener el "Estado de bienestar". Este análisis se hace comparando dos términos: Presión fiscal y esfuerzo fiscal.

La presión fiscal nos muestra una relación de los ingresos procedente de la recaudación impositiva y el PIB. Este es el término preferido por la mayoría para analizar la situación de España en comparación con el resto de países europeos y que sirve de argumento para defender un aumento de ciertos impuestos, por lo general a los mas ricos.

(Pincha en la imagen para aumentarla)

















El gráfico anterior compara la presión fiscal de España, Alemania y Finlandia. En esta comparación claramente se observa como tanto Alemania y mas especialmente Finlandia tienen una mayor presión fiscal que España, y se observa también que no sufren grandes desviaciones como en el caso de España producto de la pérdida de ingresos debido a la crisis, ingresos que se obtenían de la burbuja inmobiliaria que una vez pinchada, estos ingresos extraordinarios se dejaron de percibir.

Es a partir de este gráfico que muchos argumentan una subida de impuestos, en especial a las rentas altas y las empresas cuando en España las tasas impositivas en esos conceptos ya son altas.



En España se asfixia al ciudadano con el pago de impuestos

Para hacernos una idea mas clara de como los ciudadanos soportan con su esfuerzo el mantenimiento de un Estado sobredimensionado, hay que fijarnos en un término mas preciso y correcto que el anterior como es el esfuerzo fiscal. El esfuerzo fiscal si nos muestra la relación entre lo que pagamos y nuestra renta.


(pincha en la imagen para aumentarla)















Este gráfico ya nos muestra otra cosa distinta a lo anterior. Comparando las tres economías, aquella cuyos ciudadanos tienen que soportar un mayor esfuerzo fiscal, es en la economía española. Desde 2009 el país que mas ha aumentado su esfuerzo es España, por el contrario Alemania muestra una tendencia antagónica a la nuestra, en la que sus ciudadanos se ven beneficiados de un menor esfuerzo fiscal.

Con este gráfico, el argumento de aumentar ciertas tasas o tramos impositivos queda en evidencia al observarse el desmesurado esfuerzo que realizan los ciudadanos para mantener un Estado, que es ineficiente y que se ha mostrado obstaculizador de la recuperación económica.

Se debe de apoyar la generación de empresas y la creación de puestos de trabajo mediante la bajada generalizada de las tasas impositivas, tasas que imposibilitan que nos recuperemos de la crisis con la rapidez con que la economía española es capaz de hacerlo. Se debe incentivar la inversión extranjera con beneficios fiscales, de tal manera que se pueda generar en España industrias fuertes y competitivas. En resumen, la disminución de impuestos ofrece  a los ciudadanos una mayor libertad y capacidad para interactuar y generar riqueza.



viernes, 24 de abril de 2015

Diagrama de Nolan




                                                     
El diagrama de Nolan que se muestra representa como quedaría distribuida la ideología política teniendo en cuenta el grado de libertad económica y personal que se cree idónea para establecerse como sistema social de convivencia.

Es en mi opinión una representación que se ajusta muy bien a la clasificación de partidos políticos teniendo en cuenta sus programas electorales y sus acciones políticas. Es tradicional clasificarse políticamente como de izquierda o de derechas situando el grueso de partidos entre ambas opciones. Es por eso que se puede errar en la clasificación ideológica al solo tener en cuenta esas posiciones, siendo mas correcto añadir- como realiza el diagrama- dos vértices más, el liberalismo y el totalitarismo que junto a la categoría central, completan el rombo sobre los distintos pensamientos políticos.


El liberalismo no es de derechas

Y es interesante que se tenga en cuenta este diagrama en los debates económicos, sociales y políticos para que no se cometan los errores de calificar cierto pensamiento en un lugar que no le corresponde. El caso mas claro en el cual se comete dicho error es cuando se posiciona al liberalismo como de derechas cuando se defiende la libertad económica, obviando el factor personal, cuya libertad defiende en su totalidad y que al no tenerse en cuenta hace que la gente relacione el liberalismo con políticas que están tomando los partidos que han ido gobernando España, que podrían clasificarse básicamente como conservadoras. Y es un error clasificarlo así porque al utilizar solo la variable económica para posicionar el liberalismo, se omite la otra variable, la social.  De esa misma manera se podría utilizar la variable social y obviar la económica y de esta forma situar al liberalismo como de izquierda o progresista cuando en realidad no son ni uno ni otro.

 Con todo lo dicho  la ideología liberal es la única que establece libertad absoluta tanto de carácter económico como social, situándose en contraposición directa al totalitarismo cuya ideología cercena ambas variables y posicionándose de manera antagónica al resto de ideologías según cercenen solo una de las variables. Por ello tachar las políticas actuales como liberales y además añadiendo un carácter peyorativo a la definición, es sin duda alguna una desviación de la realidad y de lo que representa y defiende el liberalismo, liberalismo que no está presente en la mayoría de programas electorales.

Como conclusión destacar la importancia de difundir y enseñar lo que el liberalismo realmente defiende para que la gente no genere una imagen distorsionada. Es importante que la gente defienda y argumente su posición política sea cual sea, pues esa libertad es incuestionable, pero es necesario difundir lo que cada posición política reivindica y mas concretamente para la posición liberal, porque en mi opinión es la que más se ve dañada por la continua equivocación que cometen ciertas personas para valorarlo.



martes, 7 de abril de 2015

El Estado y los impuestos

Vivimos en una sociedad dirigida y organizada por un ente superior al que no se le cuestiona y cuyo mantenimiento parece ser imprescindible. Estoy hablando del Estado y todo el conglomerado de instituciones que lo conforman y que han pretendido que represente el mecanismo de justicia, redistribución, etc que consiga el desarrollo social y económico de los ciudadanos. Un mecanismo que como he dicho antes no se cuestiona y que esta involucrado en la mayoría de acciones y relaciones que llevan a cabo los individuos.


 Hay muchas ideologías que tratan sobre cuanto debe de estar involucrado o no el Estado en la sociedad, y cual debe de ser el tamaño de su intervencionismo, tenemos por ejemplo aquellos que abogan por una mayor intervención representados por corrientes ideológicas como  el comunismo, o aquellos que sienten la necesidad de reducir el tamaño del Estado a su mínima expresión , representados por la corriente liberal. Del tamaño del Estado - además de otros factores- dependerá que los impuestos sean más o menos altos según los Estados dirijan más o menos nuestra sociedad.


Los impuestos son pues un instrumento por el cual el Estado de manera coactiva adquiere parte de la riqueza de los ciudadanos para mantener su tamaño y gestionar nuestras vidas imponiéndonos que sanidad o educación por ejemplo debemos utilizar. Este hecho se produce con la argumentación de que una sociedad en la que el reparto, organización y gestión de nuestra riqueza, no puede ser llevado a cabo por el libre  mercado y las relaciones entre individuos, alegando la existencia de "fallos del mercado" que impiden el desarrollo correcto de la sociedad. Parece curioso que se repita por activa y por pasiva que existen "fallos de mercado", pero que no se cuestionen los "fallos del Estado" que sin duda alguna la historia ha demostrado que se producen y que afectan de manera significativa en la consecución de una sociedad mas próspera. Es entonces a mi entender una irracionalidad la exigencia de dar nuestra riqueza a un ente que se cree capaz -y no lo es- de gestionarla, en vez de que sean los ciudadanos quienes decidan de que manera van a gestionar su patrimonio.


Hemos llegado a un punto en el que la mayoría de la sociedad no puede imaginar la posibilidad de que sean ellos quienes decidan libremente a que destinar su riqueza, por lo que se ve correcto la exigencia de impuestos y no solo eso, sino la exigencia de mayores impuestos para aquellos quienes ganan más. Tener por ejemplo  un tipo marginal del IRPF sobre el 50% es directamente robar la riqueza de un individuo. Exigir impuestos sobre los dividendos que reparten las empresas cuando son parte de los beneficios de estas y ya han sido gravados por el impuesto de sociedades, produciéndose así una doble imposición, es sin duda alguna una absoluta injusticia. Gravar con el impuesto de sucesiones y donaciones la transmisión de patrimonio es un expolio cuando el hecho imponible no es otra cosa que la transmisión de la riqueza de un individuo a otro, y es así porque no es razonable que las herencias se graven cuando ya han sido gravadas anteriormente o que el simple hecho de que se done cierto patrimonio, suponga el pago de una cuota impositiva. Eso es robar.


Y después de que se produzca el pago del impuesto, nos encontramos con que el Estado no es tan buen gestor ni redistribuidor de la riqueza como nos quieren hacer pensar, con lo que al final del proceso nos encontramos con una disminución absoluta de la riqueza de los individuos, que son quienes soportan la discrecionalidad del Estado y su nefasta gestión despilfarrando nuestro dinero. Entonces cabe pensar que los impuestos no tienen la función de  mantener el Estado de Bienestar, sino de mantener el Bienestar del Estado.