viernes, 16 de octubre de 2015

España no es capitalista



Llevamos muchos años oyendo como la culpable de los acontecimientos que ocurren en nuestra sociedad como las grandes desigualdades, las continuas crisis económicas etc. son del sistema de capitalismo "salvaje" como denominan algunos que solo pretende enriquecer a unos pocos a costa de una mayoría explotada. Una continua lucha entre aquellos que están en la posición dominante y aquellos que son dominados, una lucha de clases.  Y esto no es mas que un subterfugio para evitar razonar los hechos verdaderos que producen estos desajustes sociales y económicos.


Los que muchos denominan capitalismo salvaje, es en realidad  mercantilismo. No nos creamos que convivimos en un sistema capitalista completo sino en un sistema mixto de capitalismo y mercantilismo apoyado por los estadistas que hacen de este sistema su modo de vida y de coacción, arropado por el manto estatal al que definen como justo y equitativo, sin que sean estas precisamente sus cualidades. Afirmar que los rescates a la banca o la subida del precio de la electricidad son consecuencia del capitalismo, es no tener noción alguna de lo que significa el capitalismo. El capitalismo ha resultado ser el sistema que mas progreso ha conferido a nuestra sociedad, y es así porque logra algo que no logra cualquier otro sistema y es la conexión entre aquellos que demandan capital y aquellos que atesoran mas capital del que necesitan para el consumo propio, y todo esto a través de los mercados financieros.


Pero con lo dicho anteriormente surgen muchos detractores que afirman que los fallos del mercado son continuos y que debe de ser un "árbitro" quien gestione esas desviaciones,este "arbitro" es  el Estado. Pero es curioso como de manera sistemática se hace mención de los fallos de mercado y no de los fallos del Estado. Yo no niego que puedan existir en algún momento cierta distorsión que ocasione fallos de mercado, pero si comparamos como se gestionan los fallos de mercado y los fallos del Estado, contemplaremos que son estos últimos fallos los que mas tardan en invertir esa desviación por que el Estado no puede incorporar en sus decisiones toda la información que existe en la sociedad. Mientras tanto los fallos de mercado tienden a recoger mediante los precios el conjunto de información de todos aquellos que interactuan. Aunque podemos decir que muchos de los fallos de mercado que se producen, son ocasionados por el intervencionismo estatal y sus políticas económicas - tienen el control de las ofertas monetarias, tipo de interés, etc-


En un capitalismo real, el capitalista asume riesgos a la hora de decidir como hacer uso de su capital. Y debe ser este capitalista quien responda de las adversidades producidas de sus malas decisiones.¿Acaso sería justo socializar las perdidas de un individuo que ha decidido destinar su capital en malos proyectos? La respuesta obvia es no, sino no se generaría un esfuerzo en la búsqueda de eficiencia y rentabilidad.


España es pues un país que no funciona en un capitalismo puro, sino un mix de capitalismo- mercantilismo que está generando unos costes muy altos. Y encontramos muchos ejemplos de ello, como el sector de la minería que recibe un apoyo estatal para destinar su producción en la generación de la electricidad cuando nuestro carbón es mas caro que el carbón importado. Es esta una de las causas- podríamos nombrar las primas a las renovables, impuestos sobre impuestos en factura, etc- que han generado la subida del precio de la electricidad. El sector eléctrico es otros de los beneficiados, que conformando un oligopolio son unos de los lobbies que mas presión hacen para que el Estado los respalde  -tal vez las puertas giratorias tengan algo que ver- mediante reales decretos que impiden el autoconsumo - impuesto al sol-. Las cajas han sido otras de las  beneficiadas en la que los costes del rescate va a ser asumido por todos los ciudadanos cuando se generaron esos agujeros por la discrecionalidad de aquellos que las dirigían, los políticos. Es pues muy osado decir que España es muy capitalista o que el neo-liberalismo es recatar empresas en quiebra, cuando en realidad el nombre que tiene todo lo descrito en este párrafo es mercantilismo. Un mercantilismo que bajo las políticas proteccionistas han producido inestabilidad económica y social. Por ejemplo nuestro conjunto empresarial no se acerca a lo de otros países desarrollados, tenemos un 99´9% de PYMES que se ven impedidas a competir -o al menos a intentarlo- para abarcar mas mercado.


Parece que no somos conscientes de la gravedad de permitir estos sistemas injustos. Hemos vuelto a las políticas de hace 350 años. Al final tendremos que volver a pasar el mismo proceso que llevaron a cabo los fisiócratas y después Adam Smith con el que tumbaron el ideario mercantilista abogando por una mayor libertad.