miércoles, 3 de octubre de 2018

Nuestro capital humano no se adapta a las necesidades económicas


Estamos inmersos en una revolución digital y tecnológica. Todo nuestro entorno está cambiando a un ritmo muy acelerado. Se estima que en no muchos años, la mayoría de los empleos - el 90%- requiera tener unas habilidades tecnológicas acordes con la infraestructura que ya se está incorporando en todas la facetas de la vida - ocio, producción, educación, etc-. Por ello quiero analizar como está preparada la sociedad española para estos cambios. Para ello haré uso del indice DESI, que es un índice que se forma con el resultado conjunto de 5 grupos -Conectividad, Capital humano, uso de internet, integración de la tecnologia digital y los servicios públicos digitales- . Yo me centraré en este caso en el capital humano.

Primero veamos cual es la posición de España en el índice del 2018.


España se sitúa en la posición 10 de los 28 países miembros, por encima de la media europea. Podemos decir que España no está mal situada en el índice, aunque si alejada de los tres primeros países - Dinamarca, Suecia y Finlandia-. Pero ahora vamos a ver un aspecto muy importante dentro de ese índice. Vamos a ver el capital humano.

En el siguiente gráfico podremos observar cual es la posición de España respecto al resto, si el índice solo contuviera el factor "capital humano".


Como vemos, España pierde puestos en la clasificación, situándose por debajo de la media europea. Pero para hacernos una idea de donde radica el problema, veremos los 4 subgrupos que conforman el capital humano. Estos subgrupos son : usuarios de internet -en %-, habilidades básicas digitales, trabajadores con habilidades digitales avanzadas y graduados en ciencias y tecnologías.

 Como se aprecia en el gráfico anterior, el 80% de la población comprendida entre los 16 y los 74 años, son usuarios de internet. Está practicamente sobre la media europea, pero por debajo de países como Luxemburgo, Dinamarca o Suecia, donde más del 90% de la población son usuarios.

 Ahora veremos el gráfico sobre el porcentaje de población con habilidades digitales básicas.

 Aquí ya se ve algo preocupante sobre nuestras habilidades digitales. España se sitúa en la posición 16 de la Union Europea. Menos del 60% de la población tiene habilidades digitales básicas.

El siguiente subgrupo trata sobre el porcentaje de empleados con habilidades digitales avanzadas

En este aspecto España ocupa el puesto 18 de los 28 países de la union europea. Solo el 3% de los trabajadores tienen habilidades digitales avanzadas. Países como Finlandia o Suecia, superan el 6%. Estos datos nos muestran una realidad bastante preocupante de lo adaptados que están los trabajadores a las necesidades de la nueva economía.

Por último, veremos el gráfico sobre el numero de graduados por cada 1000 habitantes entre 20 y 29 años.



Este gráfico da un resultado más positivo. España se sitúa entre los 6 primeros países. De cada 1000 habitantes son egresados en carreras teconológicas y cientificas, más de 20 personas, situandonos por encima de la media europea.

Podemos concluir que España es un país que tiene un entorno bien digitalizado -aunque no será suficiente- pero que nuestra población está aún un paso por detrás de esos avances. Todavía debemos adaptarnos a los nuevos tiempos digitales. Debemos desarrollar nuestras habilidades básicas y avanzadas y para ello el sistema educativo deberá  hacer un gran esfuerzo para incluir estas habilidades en sus programas formativos.
Lo positivo es que España genera bastantes especialistas en el campo tecnológico y científico, que seguramente forman parte de ese 3% de trabajadores que tienen esas habilidades digitales. Pero no es suficiente, porque no es solo cuestión de lograr muchos graduados en esas carreras, sino de lograr que la población en general tenga suficientes habilidades digitales para realizar su trabajo. Así que debemos adaptarnos al mercado laboral que se avecina.