viernes, 14 de octubre de 2016

Menos impuestos generan mayor riqueza

Hace tiempo escribí sobre la presión fiscal y el esfuerzo fiscal, donde decía que éste último concepto es el verdadero indicador para mostrarnos como sufren los ciudadanos la asfixia de soportar  los aumentos de impuestos de todo tipo ( IRPF, Sociedades, etc). La conclusión en ese artículo era clara, aunque la presión fiscal en España es baja respecto a otros países, su esfuerzo fiscal es más alto incluso que  en Finlandia. Es curioso como aquellos adalides de aumentar la carga impositiva arguyendo que la presión fiscal es menor al resto de países, "soslayan" utilizar el indicador del esfuerzo fiscal pues  tiraría por los suelos todas sus argumentaciones. Por supuesto no somos ingenuos, el fin último es exprimir al ciudadano con la intención de poder dirigir un mayor presupuesto para "gasto social" -radios, TV pública, asesores familiares, etc-

Ahora, partiendo de que el mejor indicador es el esfuerzo fiscal, mostraré como, sin duda ,  valores bajos de esfuerzo fiscal  permiten que exista una mayor renta per cápita. Para ello en el siguiente gráfico se muestra la correlación entre esfuerzo fiscal y renta per cápita para algunos países europeos, todo con datos del año 2015.


Fuente: Elaboración propia @eco_liberal

Como se muestra en la imagen superior, la correlación entre ambas variables es negativa. En los países en los que el esfuerzo fiscal es alto, menor es la renta per cápita y viceversa. En este caso la correlación es de -0.87, es decir, que es una correlación fuerte. Además el R-cuadrado, - que mide como de preciso es el modelo- es alto. Se observa como España tiene una renta per cápita inferior a Finlandia e incluso a Irlanda, país este último, al que le afectó de manera contundente la crisis pero que con políticas fiscales expansivas, de disminución de impuestos y no de aumentos de gastos, presenta una renta per cápita alta.

Por lo tanto, el objetivo no debe ser exprimir a la sociedad con impuestos altos, para después redistribuir lo recaudado de manera discrecional. Se demuestra que una sociedad con mayor libertad presenta mayor riqueza. El político de turno  es incapaz de obtener la información suficiente para dirigir cada ámbito de nuestras vidas. Son los individuos y sus ideas los que generan la prosperidad de los países.

domingo, 2 de octubre de 2016

El PSOE, de mal en peor

La dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, era un hecho que se tenía que haber producido tras el resultado de las elecciones del 20D del 2015. No tuvo la dignidad de hacerlo en ese momento a pesar de que el partido perdió votos respecto a las anteriores elecciones y aun así quiso arriesgarse a seguir liderando un partido que estaba en declive. Los resultados de las elecciones del 26J en 2016, confimaban que el PSOE seguía mal y su secretario general no pretendía de modo alguno dejar paso a lideres más idóneos. Al final, en vez de dimitir con dignidad y mostrando que es un hombre de estado, le han hecho dimitir tras encontrarse con pocos apoyos dentro de su partido.


El problema de Pedro Sánchez es que anhelaba obtener la presidencia, es decir, el poder. Y quería obtenerlo de cualquier manera. Cambió su discurso a lo largo de estos dos ultimos años. Primero se oponía a cualquier pacto con PODEMOS, pues eran según sus propia palabras, unos populistas. Poco tiempo después parece que ese populismo no le importaba mucho para querer obtener los apoyos que necesitaba para ser presidente. No fue una persona de palabra y su ego desmedido han llevado al PSOE a la situación actual.

 Realmente la situación del PSOE es muy delicada. La irrupción de PODEMOS en el panorama político ha generado una fragmentación de la izquierda que ha dificultado un posicionamiento claro del Partido Socialista. Puede que corran la misma suerte que el PASOK en Grecia.

Parece que ya no les sirve defender una posicion de centro izquierda, al ver el gran apoyo social que ha recibido PODEMOS con una ideología de izquierdas más radical. El discurso cambió al mismo tiempo que entraba en juego el partido de Pablo Iglesias. Las propuestas disparatadas también hicieron acto de presencia y parecía un competición para ver quien proponía las políticas más absurdas. Se autodenominaron el cambio - del mismo modo que lo hizo PODEMOS-, procurando diferenciarse de una manera marcada, de las políticas del PP y de la corrupción que salpica a este último. Lógicamente nadie se creyó  que el PSOE fuera el partido del cambio siendo, como es, el partido con más dinero involucrado en casos de corrupción.

Viendo como han sucedido las cosas, Pedro Sánchez ha funcionado como un catalizador, que ha acelerado el declive del PSOE. Declive que en mi opinión comenzó con la entrada en escena de Pablo Iglesias y su partido político. Y tal vez sea mucho aventurarse pero parece que el PSOE es un partido fundado y destruido por un mismo nombre, Pablo Iglesias.