domingo, 2 de octubre de 2016

El PSOE, de mal en peor

La dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, era un hecho que se tenía que haber producido tras el resultado de las elecciones del 20D del 2015. No tuvo la dignidad de hacerlo en ese momento a pesar de que el partido perdió votos respecto a las anteriores elecciones y aun así quiso arriesgarse a seguir liderando un partido que estaba en declive. Los resultados de las elecciones del 26J en 2016, confimaban que el PSOE seguía mal y su secretario general no pretendía de modo alguno dejar paso a lideres más idóneos. Al final, en vez de dimitir con dignidad y mostrando que es un hombre de estado, le han hecho dimitir tras encontrarse con pocos apoyos dentro de su partido.


El problema de Pedro Sánchez es que anhelaba obtener la presidencia, es decir, el poder. Y quería obtenerlo de cualquier manera. Cambió su discurso a lo largo de estos dos ultimos años. Primero se oponía a cualquier pacto con PODEMOS, pues eran según sus propia palabras, unos populistas. Poco tiempo después parece que ese populismo no le importaba mucho para querer obtener los apoyos que necesitaba para ser presidente. No fue una persona de palabra y su ego desmedido han llevado al PSOE a la situación actual.

 Realmente la situación del PSOE es muy delicada. La irrupción de PODEMOS en el panorama político ha generado una fragmentación de la izquierda que ha dificultado un posicionamiento claro del Partido Socialista. Puede que corran la misma suerte que el PASOK en Grecia.

Parece que ya no les sirve defender una posicion de centro izquierda, al ver el gran apoyo social que ha recibido PODEMOS con una ideología de izquierdas más radical. El discurso cambió al mismo tiempo que entraba en juego el partido de Pablo Iglesias. Las propuestas disparatadas también hicieron acto de presencia y parecía un competición para ver quien proponía las políticas más absurdas. Se autodenominaron el cambio - del mismo modo que lo hizo PODEMOS-, procurando diferenciarse de una manera marcada, de las políticas del PP y de la corrupción que salpica a este último. Lógicamente nadie se creyó  que el PSOE fuera el partido del cambio siendo, como es, el partido con más dinero involucrado en casos de corrupción.

Viendo como han sucedido las cosas, Pedro Sánchez ha funcionado como un catalizador, que ha acelerado el declive del PSOE. Declive que en mi opinión comenzó con la entrada en escena de Pablo Iglesias y su partido político. Y tal vez sea mucho aventurarse pero parece que el PSOE es un partido fundado y destruido por un mismo nombre, Pablo Iglesias.


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