martes, 23 de diciembre de 2014

Shinzo Abe: El fracaso de la política Keynesiana

Hace poco fue reelegido como ministro de economía Shinzo Abe, con una participación de voto muy baja. Esto quiere decir que seguirán con el itinerario que guía el Abenomics  y que hasta ahora no ha dado resultado, pero del que no se separan. Japón es la tercera potencia mundial, pero lleva unos 20 años estancados económicamente, una situación que no se ha podido superar con la política keynesiana que ha sido llevada al extremo, y que al parecer no quieren cambiar.

Lo que no es comprensible es la constante reiteración del tipo de políticas económicas que no han conseguido de manera contundente reactivar la economía japonesa. Un dato importante que analizar es la tendencia que ha tenido la deuda publica.

Fuente: Eurostat


El gráfico nos muestra un aumento de la deuda publica japonesa del 258 % aproximadamente desde 1990 hasta hoy, y la estimación de los próximos dos años sera de que se mantenga  en torno al 250 % de deuda sobre el PIB. Este dato de deuda pública en cualquiera de los estados miembros de la UE, sería tomado como un default, y el país entraría en suspensión de pagos, pero en Japón son capaces de mantener esas tasas tan altas de deuda publica y es por la cultura de su población. Es una población que tiene una capacidad de ahorro muy alta, con lo que consiguen poder financiar ellos mismos los gastos del Estado. Este gráfico es un fiel reflejo de lo que significa la política keynesiana como método para reactivar la demanda mediante los estímulos del gasto publico.


Otros datos relevantes son la tasa de paro que ha sido históricamente muy bajo y como mucho han alcanzado tasas del 5%, teniendo hoy en día cifras inferiores a esa. Aunque este dato sin duda es muy bueno, tenemos que saber que los salarios en Japón son hoy en día un 10% inferiores a los salarios  que se ofrecían de media en 1990, y por otro lado hay que tener en cuenta que  en términos generales es un país muy caro, por lo que sus servicios pierden ventajas relativas.


Es decir, tenemos un país como Japón que ha estado 20 años aplicando las recetas keynesianas, y las ha exprimido para no conseguir prácticamente ninguna mejoría, y con todo ello y arrojando las tasas de crecimiento que muestran estancamiento desde mediados de los 90, siguen aplicando las erróneas políticas económicas de siempre, con aumentos de la masa monetaria imprimiendo a base de "maquinita" como si fuera la panacea y la solución a la enfermedad y cuya idea parece estar calando entre los mandatarios del BCE que ya están analizando la puesta en marcha de un QE - quantitative easing ( flexibilización cuantitiativa)- para inundar los mercados y la economía con billetes para espantar la temida deflación.

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