viernes, 26 de diciembre de 2014

Uber cierra en España

Uber es una empresa de servicio de transporte, que hace competencia a los taxis convencionales. Esta empresa pone en contacto personas mediante un app de móvil, de tal manera que desarrollan el mismo servicio que los taxis que están regulados por cada ciudad o municipio.

Esta competencia no ha sido muy bien recibida por el gremio de los taxistas, que han denunciado el uso y la actividad de Uber, pues lo consideran competencia desleal. Por lo general las tarifas de la empresa Uber son mas económicas que las ofertadas por los taxis locales que están gestionados por los ayuntamientos. Los ayuntamientos gestionan las tarifas y también controlan la cantidad de licencias de taxis, estas licencias después pueden ser vendidas por sus titulares cuando no ejerzan más su profesión, llegando el precio de estas a situarse por encima de los 100.000 euros.

Es cierto que el servicio convencional de taxis suele ser mas rápido, pero más caro , y los clientes están prefiriendo tener un servicio de taxis por un precio mas bajo aunque el tiempo que destine en realizar el trayecto sea mayor. Este hecho ha producido que los taxistas hayan denunciado esta situación y los jueces han determinado que esta empresa realiza competencia desleal por lo que Uber debe cerrar en todo el territorio español.

Por lo visto el gremio de los taxistas ha ganado la batalla a Uber y ha conseguido que el Estado, mediante cada uno de sus ayuntamientos monopolice el servicio de taxis, imponiendo unos precios de manera discrecional y planificada. Esta situación al único que afecta por supuesto son a los clientes que hacen uso frecuente de este servicio que ven como deben pagar unos precios por encima de los que serían en un hipotético mercado de competencia cuasi-perfecta, donde los precios se fijarían por las fuerzas de la oferta y la demanda en un mercado libre. Esto no sucede y por lo que parece no va a suceder, pues la presión que realizan los distintos gremios al Estado es superior que la presión que pueden realizar los consumidores que de cierta manera se encuentran más diseminados.

Si se consiguiera que los clientes - que son los afectados de todo esto- consigan unirse para ejercer presión, se podrá en cierta manera liberalizar algo más los mercados, para que dejen de estar controlados por los Estados, distorsionando estos mercados mediante subvenciones, impuestos coactivos, imposición de precios, etc.

En el momento en el que se protege cierta actividad económica debido a la competencia, en ese mismo momento los afectados son los consumidores, y en este caso particular son los consumidores de Uber que son obligados ha contratar el servicio de transporte a los taxis locales, de tal manera que se cercena la libertad de elección al consumidor y por otro lado se mantiene una actividad como la que llevan a cabo los taxistas que se esta volviendo obsoleta y que no se adapta a los cambios, como si hizo Uber al instalar WI-FI en sus vehículos.

Si el hecho de que exista otra empresa como en este caso Uber compitiendo por conseguir mayor cuota de mercado debe llevar a la desaparición del servicio de taxis tal y como lo conocemos ahora, pues debe desaparecer. Los taxista podrían seguir dedicándose a realizar servicios de transporte pero mediante una empresa privada, incluso esta situación puede favorecer la aparición de muchas mas empresas que les parezca atractivo introducirse en este mercado, con lo que favorecen al consumidor. Pero claro, los beneficios que obtienen hoy en día los taxistas son superiores de lo que conseguirian en un mercado libre y competitivo

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